Llevo varias semanas pensando en las flores. O, más específicamente, llevo varias semanas pensando en toda la atención que solemos dar a las flores cuando florecen, y la poca atención —por no decir desprecio— que solemos darles cuando marchitan.
Llevo varias semanas pensando en las flores. O, más específicamente, llevo varias semanas pensando en toda la atención que solemos dar a las flores cuando florecen, y la poca atención —por no decir desprecio— que solemos darles cuando marchitan.